domingo, 17 de enero de 2010

XIIº Conde de Torralva


D. Rafael Desmaissieres y Farina nace en Sevilla en 1853, bautizado en la Iglesia del Salvador de la ciudad Hispalense, hijo de D. Miguel Ángel Desmaissieres y Fernández de Santillán y de Dª Josefa Farina Plasencia. Estudio en el colegio San Luís Gonzaga del Puerto de Santa María hasta que hubo una epidemia, fue entonces cuando su padre lo envió a un colegio Jesuita de Inglaterra junto con otros niños, contaba con unos catorce años de edad, pero a los tres años de estar en dicho país tuvo un problema de estomago, lo comunican a su familia y su padre se desplaza a por él y lo trae a Sevilla, después de recuperarse no volvió a Inglaterra.
Lo más destacable de su personalidad, era la curiosidad innata que tenia desde pequeño por todo y conforme fue creciendo le interesaba muchísimo todo lo relacionado con los inventos propios de la época. En Inglaterra se compró un velocípedo, (era una de esas bicicletas con rueda gigante y rueda pequeña detrás) para sentir la sensación que aquel novedoso artefacto le producía.
De joven organizó un club de remo en el Guadalquivir, y fue también un gran aficionado al Teatro. No tuvo hijos, permaneció soltero.

En sus viajes, ya de mayor, era muy observador y estaba obsesionado con las medidas de las cosas, incluso media la anchura de las grandes avenidas de Nueva York a pasos y lo anotaba en su libreta. Igualmente compraba fotografías de todo cuanto visitó.
Hombre muy intelectual y muy sensibilizado con los problemas sociales, viajó por todo el mundo a finales del siglo XIX, (aprendió el ingles lo suficiente para defenderse en sus viajes) incluso circundó la Tierra junto con su hermano el Marqués de la Motilla entre 1886-88, presenció en 1886 la colocación de la Estatua de la Libertad en Nueva York, viajó por América Latina, Japón, China, la cordillera del Himalaya, la India, casi toda Europa e incluido la Rusia de los Zares etc. Con 50 años de nuevo emprende otro segundo viaje para visitar lo que no pudo ver anteriormente y puso rumbo a Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.
Con 29 años, heredó el titulo de Conde de Torralva, de su padre, D. Miguel Desmaissieres y Fdez. de Santillán (IX Marques de la Motilla y XI Conde de Torralva, Capitán de Artillería) hombre vinculado mucho a Sevilla, que entre otras cosas fue presidente en varias legislaturas del Círculo de Labradores y Teniente Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería.
A finales de siglo XIX hace las primeras visitas a la fortaleza de Almodóvar junto con su buen amigo y prestigioso arquitecto D. Adolfo Fernández Casanova. Observan en el lamentable estado de ruina que se encontraba el castillo de Almodóvar y decide restaurarlo. El castillo por no tener, no tenia ni camino para subir, los lienzos de las murallas estaban derruidos, no quedaban apenas almenas, ni puertas, ni ventanas, solo quedaban unas cuantas torres pero en muy mal estado de conservación. Don Rafael quería a toda costa restaurar la fortaleza y el Arquitecto le advierte del trabajo y esfuerzo que le iba a ocasionar, pero el Conde de Torralva le dice que estaba decidido y que el (D. Adolfo) seria el que llevaría la dirección del proyecto.
Las obras dan comienzo en 1.901 y lo primero que se acomete es la construcción del camino, que le llevo mucho tiempo y para ello tuvieron que utilizar barrenas e incluso la dinamita. Una vez terminado el camino y pudiendo subir con los carros las primeras piedras a la fortaleza, (hasta cerca de 6.000m3 de diferentes canteras fueron utilizados durante toda la restauración), comienza la obra que dura hasta el comienzo de la Guerra Civil.
Unos 800 operarios trabajaron en dichas obras durante 36 años. Teniendo en cuenta la época de que estamos hablando, la crisis económica que vivía el país, la primera Guerra Mundial, los cambios políticos que hubo en España etc. etc. , el Conde de Torralva dio una gran inyección económica al pueblo de Almodóvar a través de los casi 240.000 jornales que se invirtieron en dichas obras, prácticamente casi todo el pueblo trabajó en las tareas de reconstrucción, de duro trabajo pero al mismo tiempo satisfactorio para el operario porque estaba recuperando una parte de nuestra historia que de no haber sido por la iniciativa del Conde de Torralva, invirtiendo en su patrimonio, lo mas probable es que el Castillo hoy en día habría desaparecido.

Por todo esto, creo que el pueblo de Almodóvar debe estar agradecido al Conde de Torralva, por la gran labor económica y de recuperación del patrimonio que desarrolló durante más de un cuarto de siglo que duraron las obras. Al final ni el arquitecto D. Adolfo ni el mismo Conde de Torralva verían acabadas dichas obras ya que murieron en 1914 y 1932 respectivamente.
El conde de Torralva quizás nunca pensó que el castillo llegaría a ser tan conocido, pues por el han pasado personas de casi todos los países del planeta.
Actualmente el castillo propiedad de la familia Solís, es el emblema de nuestro pueblo, como lo es la Giralda a Sevilla o lo es la Mezquita a Córdoba, siendo por el momento, el monumento mas visitado de la provincia y uno de los mejores conservados de España.
Gracias, y mil gracias Sr. Conde



Alfonso Luna Gutiérrez
Guía del Castillo de Almodóvar